martes, 18 de marzo de 2008

Pie de golosina




Prácticamente así me siento, aunque no es el pie sino la pierna. Tengo que tener cuidado de no darme con nada, llevarla tapada con la ropa pero sin el calcetín para que esté al aire pero mis padres no lo vean, y además tengo adicción a la crema hidratante, porque cuando se seca el tatuaje empieza a doler y picar. A ver si esto va a ser malo.


Por la mañana me puse a hacer algunas cosillas para la uni, pero demasiado poco.

Por la tarde salí a dar una vuelta, primero una visita a la biblioteca, después discusión al estilo de los tres chiflados sobre si ir o no ir a Madrid, con resolución de acabar en la tetería tomando algo. Después fuimos a comprar ramen para poder comer mañana, pues tenía unos planes pero al final han dado una vuelta extraña y ahora en lugar de ir al retiro me voy a una party en casa de un amigo.

Supuestamente tengo que volver a casa por la tarde para despedirme de mis padres, porque se van de vacaciones, y mi madre siempre es tan sentimentalista que si no te quedas a despedirte de ella se siente abandonada. Estos padres...

Pero también quiere decir que pasaré cuatro días sin ellos en los que podré pasearme con el pantalón corto para que el pobre tatuaje pueda curarse bien. Algo bueno tenía que tener, a parte de poder estar sola en casa.

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