domingo, 9 de julio de 2017

Por una mirada


Hay miradas que dicen mucho, miradas en las que te puedes perder, miradas que te dan todo en un momento.

Debido al cumpleaños de mi padre nos hemos ido hasta Guadalajara a comer, bueno, un poco más allá, a un pueblito que no tiene mucho. Creo que sólo tiene el bar en el que hemos estado.

Y a parte de la comida he podido estar con el sobri, ese proyecto de personita que me sorprende cada día por las miradas que me echa. Sé que no le veo mucho, que no tengo mucho contacto con él, pero tengo la sensación de que siempre que le hablo me escucha atentamente, aunque el pobre no entienda la mitad de las cosas porque su tía siempre dice cosas raras.

¿Qué seré para él? ¿Si viviéramos más juntos podría conseguir igualmente esas miradas? Sé que los niños aprenden las cosas por imitación, y está claro que siempre que me ve hacer algo nuevo él lo imita, porque aprender es divertido, hacer algo nuevo es un desafío. Quizá en unos años pueda ver qué es realmente lo que ese bichejo ha aprendido por mi.

Al volver a casa veo como mi pequeña familia me echa de menos, y la cosa peluda mucho más. Notar que necesita estar a mi lado, que simplemente quiere formar parte de todo, y esos ojos, ¿quién se puede resistir a esos ojos?

Reflexiones de domingo, palabras no dichas, gestos interpretados, sensaciones, sentimientos... guardo este momento.


sábado, 8 de julio de 2017

Esta soy yo



Después de idas y venidas aquí estoy. En este preciso instante y en este momento que acaba de pasar.

Quizá no estoy donde me imaginaba hace años que estaría, pero sí que sé que estoy en el estado que quería. Estoy feliz.

He tardado mucho en encontrarme, he luchado y sufrido por cada estado intermedio, momentos en los que piensas que no hay salida, aunque realmente lo que pasa es que te tapas los ojos y no miras a tu alrededor. La vida siempre tiene un plan B, o c, o hasta Z, siempre hay alguna manera de llegar, aunque hay caminos que parecen alejarse.

Durante este tiempo ha habido muchas personas, algunas se marcharon dejando un gran vacío que me costó superar, otras se han quedado y unas últimas estoy haciendo que vuelvan. Porque ya me he perdonado, he deseado fuera todo el rencor acumulado por granitos de arena que en su día crecieron hasta hacerse montañas insalvables que nos alejaron. La vida consiste en eso, en perdonarnos, pero no a los demás, el perdón hacia uno mismo es el más complicado de superar, porque nunca te das cuenta de todo el daño que te haces.

Y una vez que superas tus propias barreras sólo queda disfrutas. Disfrutar de ti, de la vida, de la gente, de las pequeñas cosas.

Hoy estuvimos de picnic y hubo un momento que empezó a llover con ganas, así que nos fuimos a refugiar a unos baños. y allí, con todos empapados y con la incertidumbre de no saber si el día acababa ahí o se podría retomar un poco más tarde, se puso música y todos nos pusimos a bailar, porque un poco de agua no iba a acabar con nuestras ganas de fiesta.

Eso para mi es la definición de felicidad, luchar por sacar el lado bueno de las cosas. Y hacer que en el recuerdo quede únicamente lo positivo.

Como he dicho, aquí estoy, justo en el momento en el que quería, aunque nunca tuve claro cual era.