viernes, 22 de febrero de 2008

Mi primera vez



Hace como una hora (o quizá menos) ha sido mi gran temida primera vez, incluso ahora me siguen temblando las piernas, y eso que he estado un rato desmaquillándome tranquilamente para que se me pasara. Al menos ha sido con alguien de confianza que me tranquilizaba y además el chico ha sido bastante amable.

Iba de camino a llevar a Javi y justamente en la primera rotonda de Humanes me ha parado la guardia civil. Me he puesto muy nerviosa porque no sabía donde estaban los papeles de nada, bueno sí, sabía su posición relativa pero al intentar buscarlos yo no he encontrado nada. Menos mal que también iba David, un conductor experimentado en estos controles, y me ha ido dando consejos sobre lo que hacer en todo momento. Según él el chico ha sido muy amable conmigo pues ha tenido paciencia mientras yo buscaba las cosas, además de avisarnos de tener cuidado con la linterna por si nos deslumbraba (algo que según David es increíble ya que en su vida le han dicho algo así), y a la hora de salir hasta ha avisado de que tuviera cuidado con un bordillo. Vamos que el chico se ha portado bastante bien y se imaginará que jamás me habían parado además de que el coche lo coge habitualmente mi hermano.

Pero bueno, me ha servido para saber qué cosas piden y donde están, espero que a la próxima los nervios no puedan tanto conmigo.

Las demás cosas que me han pasado en el día han quedado totalmente eclipsadas con esto último, pues contar que no fui a clase porque no me apetecía y así poder recibir un paquete de correos no es interesante, y que luego fui a Madrid y me recorrí desde Callao hasta el Palacio Real y del palacio real hasta Atocha sabe a poco, y como final del día fui a tomar algo a la tetería y luego a casa a jugar un poco a la wii deja de ser importante. Después de eso cogí el coche para llevar a Javi y David se vino porque le hacía ilusión ver como conduzco, menos mal que vino e hizo que este suceso que me tiene tan marcada ahora no fuera tan malo.

Creo que hoy me he merecido más que nunca el irme a dormir y descansar.

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