martes, 12 de septiembre de 2006

Hay que ser extraños




Veo como el mundo sigue girando,
como la gente sigue cambiando,
y yo sigo aquí,
sin vivir un presente,
sin pensar en un pasado.

Estoy estancada,
ni quiero seguir,
ni quiero parar,
ni quiero volver.

Quiero tener algo que me haga estar viva,
alguna cosa que me haga ver
que no estoy realmente sola.

A mi alrededor todo cambia,
pero no yo,
todos se van conociendo y queriendo,
pero yo no,
hay cosas que se van diciendo,
pero a mi no.

Complicidad,
cariño,
amistad,
amor,
esas cosas me han sido prohibidas.

Ahora no tengo nada,
ahora no tengo nadie cerca,
ahora me he dado cuenta
de que estoy sola.

He perdido el rumbo,
he perdido conceptos,
he perdido momentos,
he perdido personas,
he perdido sentimientos,
he perdido.

Que envidia me da la gente que tiene:
- alguien con quien hablar.
- alguien a quien llamar cuando están mal.
- alguien que les diga que deben continuar.
- alguien que sabe decir esas palabras para ver la luz.
- alguien que te conoce más que tú.

Mi gente ha desaparecido,
porque quizá no los necesito,
o porque ellos creen que no les necesito.

No soy tan fuerte,
no soy una piedra.

Tengo sentimientos:
sufro,
quiero,
admiro,
lloro,
me decepciono.

Y aunque parezca difícil de creer
soy débil.

Hay palabras que me llegan a destrozar,
hay gestos que me duelen de verdad,
hay silencios que me hacen llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario