Por la mañana he salido de casa de mis padres pronto para venirme a la mía. Tenía que organizar un poco la casa, dar de comer a los enanos y esas cosas.
Luego por la tarde hemos quedado para dar una vuelta por la feria del libro. Me imaginaba que era grande pero no tanto, hemos estado como dos horas mirando puestos sin pararnos en ninguno en especial.
Después nos hemos acercado al brillante, a tomar una cerveza y un bocadillo de calamares.
Ha sido un domingo típico madrileño. Ojalá pudiera hacer algo así más a menudo, porque ahora salir por Madrid es sencillo ya que vivo aquí, y eso de tener que viajar al sur me cuesta. Con la cantidad de cosas interesantes que hay por aquí no entiendo por qué tengo que ir al sitio de siempre a hacer lo mismo, pero sacar a la gente de allí es muy muy complicado, de hecho hoy no he parado de oír quejas del tipo "odio Madrid". No entiendo lo del odio porque realmente se pueden hacer mil cosas por aquí, y siempre hay algo nuevo que ver.
En fin, me quedaré con la idea de que ha sido entretenido salir por aquí y me quedo con la esperanza de que haya más días así.
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