miércoles, 23 de abril de 2008

Deprimida por no tener problemas



Carta de suicidio:

¡Oh mundo cruel! Una vez más observo como mi infancia ha sido desperdiciada. No he tenido campamento con amigos, ¡maldita sea! No he viajado en avión ni salido a otro país que no sea Andorra, Portugal o a más de 15 kilómetros de la frontera con Francia. No soy persona de mundo porque mi mundo es mi pueblo, y mi pueblo solo es una ciudad dormitorio de Madrid.

Tampoco he sufrido una borrachera con su consecuente resaca, ni consolado a amigas que estuvieran al borde del coma etílico... y ahora me veo arrastrada por el metro a mi hogar donde no pasará nada interesante.

Día tras días lo único que hago es estudiar, trabajas y descansar, sin motivaciones de peleas o problemas que solucionar. Tan solo vivo de forma tranquila, sin preocupaciones, sin remordimientos, sin ese sentimiento de haber hecho algo mal.

No meto la pata en discusiones absurdas, pues no hay el qué discutir.

No soy celosa, no tengo amigos con problemas, no tengo unos padres a los que odiar porque me traten mal.

Me encuentro viviendo el mejor momento de mi vida pues no hay razones para no ser feliz.

Pero lo que más me deprime de todo esto es que no he conseguido nunca una beca, mientras veo como a los demás papá estado les paga las cosas, yo también quiero tener una vida así, sin preocupaciones de los plazos para pagar la matrícula o el susto de ver cuánto cuestan todas las asignaturas que he cogido. Y lo que más duele, nunca me darán una beca para estudiar inglés en otro país porque no me dan una beca de estudios antes.


Creo que cualquier persona en mi situación lo entendería y actuaría como yo, seguir viviendo con este sufrimiento es imposible.

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