Decisión indecisa

Navego en un mar de dudas sobre mi gran secreto, bastante tiempo llevo ocultándolo. Quizá me fastidie más por una persona que me da confianza y me siento culpable de guardárselo tanto, eso puede que me haya hecho distanciarme cuando me ha preguntado algo al respecto. Lo más seguro es que mañana le diga a una profesora mi situación, porque los exámenes de su asignatura me pillan justo con los de la universidad, y sinceramente es la profesora que mejor me cae de todos los que tenemos.

En la universidad no hay mucha novedad, el profesor de robótica ha venido a hablar con nosotros de la tutoría cinco minutos antes de que tuviéramos que ir a clase, así que la ha cambiado para mañana. Me toca venir medio corriendo, comer y salir pitando para la uni.

Lo bueno es que cuando termine esa tutoría empezará mi fin de semana, más o menos porque a la semana siguiente tengo un par de exámenes que debería empezar a estudiar desde ya, sobre todo el de la uni que si saco la evaluación continua me quito el de junio, y eso es algo muy bueno. El del módulo también debería aprobarlo porque es la recuperación y eso quiere decir que si lo saco lo más seguro es que no tenga que hacer luego otro de extra cuando esté liada con los de la uni.

Que estrés llevo encima, me encuentro empezando abril y ya pienso en los exámenes de junio, ¿será mi conciencia? O simplemente es que ya me sé como va la cosa y que se echan encima demasiado deprisa.

Sea como sea, debería mirarme al menos las dos asignaturas de segundo que tengo abandonadas por no ir a clase. Me propongo como idea mirarlas al menos una hora cada una antes de mitad de mes. La cosa es ponerse pequeñas metas.








Sonreír,
por tonterías;
encontrar algo especial,
en lo cotidiano;
miradas,
que solo tú sabes entender;
gestos,
que demuestran cosas que no se ven.

Tu, yo, todo eso y más.