martes, 9 de septiembre de 2008

Un parque improvisado



Para que mis pequeños bichos disfruten de un espacio más grande les he montado esta especie de parque. Al conejo no le hace nada de gracia, el mamón está acostumbrado a que no le rodee nada, a la cobaya tampoco es que le emocione, pero los jerbos disfrutan como enanos, y más cuando han descubierto que se puede escalar.

Así al menos se divierten un poco y salen de sus jaulas un rato. Aunque tengo que estar pendiente de ellos porque o salen por arriba o se las apañan para levantarlo y salir por debajo.

No está mal algo de diversión de vez en cuando.

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