Hoy ha sido el verdadero inicio de las clases, ya he visto como serán mis mañanas, y espero que le den un poco más de emoción.
Eso sí, habrá risas todo el rato, porque siempre hay de donde sacar algo.
Ya tenemos taquilla, que es algo, nuestra conquista está en pleno auge.
Y ya tenemos escritas bastantes frases para el recuerdo.
Como dicen, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pues mi madre no levanta del suelo. De nuevo le han pedido que doble turno y ella se cree que tiene la obligación de hacerlo por cualquier motivo que se inventa. Así que como siempre que lo hace me toca hacerme la comida y la cena, recoger la casa, cenar frío y aguantar que cuente las historias de siempre del trabajo. Y siempre dice que será la última vez que lo hace porque no lo soporta, los que no lo soportamos somos nosotros porque encima tienen que ir a buscarla mi padre o mi hermano, porque está claro que está demasiado lejos (a una parada de metro). Vivíamos mejor cuando estudiaba, menos mal que mañana y pasado libra y yo tengo clase, mira, una ventaja de haber empezado ya las clases.
Ya me inventaré como escapar por la tarde cuando esté en casa.
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