Autollamada de atención

- Hey, ¿qué pasa que no actualizas?

- Es que estaba...

- Es que nada, te debes a tus fans.

- ¿Fans? Yo no tengo de eso.

- ¡Cómo que no! ¡Y yo que soy!

- Tú eres yo haciéndome pasar por alguien diferente.

- Yo soy el portavoz de todos los que se pasan todos los días a leer tu vida por aquí, y ahora están mirando continuamente a ver si has puesto algo.

- ¿Por qué pretendes engañarme? Nadie lo mira, así puedo hacer lo que me dé la gana.

- Lo que te dé la gana no, debes actualizar todos los días.

- Ya te he dicho que no vale la pena, esto es algo que me sirve a mi nada más.

- Cree lo que quieras pero hay más gente viendo esto.

- ¿Y para qué lo van a querer mirar si no hay nada interesante?

- Hay gente que lo mira para saber de ti, otras para cotillear sobre tu vida, y otros simplemente porque les gusta ver que no es el típico blog donde todo es felicidad y amigos a los que hacer dedicatorias.

- ¿Estás diciendo que esto es diferente?

- Por supuesto, has apostado por no engañar al mundo, contar tu día a día tal y como lo ves, ¿a caso eso no es especial?

- Todo el mundo cuenta las cosas tal y como las ve, así que es como los demás.

- Ya pero... tú no tienes esa necesidad de agradar al lector, te tomas esto como algo íntimo contado para ti y para los más cercanos. No hay peloteo, no hay adornos para poder lograr parecer mejor que nadie. Aquí simplemente eres tú.

- En eso tienes razón, a más pienso que nadie me lee más escribo para mi misma. Supongo que es por eso que no he dejado esto aun, porque soy fan de mi misma, y quizá todo esto lo haga porque siempre he querido tener un diario para poder recordarme en algún momento que es lo que fui.