miércoles, 2 de mayo de 2007

Todo acaba




Terminó mi estancia en Barcelona.

Recogí mis cosas notando como esos sitios que estaban ocupados por mi volverían a no tener dueño.

Sentí como a cada minuto la gente estuviera más lejos.

Esperando a mi tren al menos dos personas que no pudieron venir a despedirme me llamaron a desearme un buen viaje, fue algo que no me esperaba y me encantó.

Salí de Barcelona definitivamente, y esta vez no tuve que llorar por alejarme de todos ellos, pues la próxima vez está mucho más cerca, y sé que aunque pase el tiempo ellos me recibirán igual.

Ahora tendré que volver a la rutina, ponerme las pilas con las cosas que he dejado estancadas. Sacaré fuerzas para todo y así no tener que renunciar a ciertas cosas en verano.


Os echo de menos, pero mis ganas de volver hacen que no me llene de tristeza.

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