jueves, 31 de mayo de 2007

Esperando a que vuelvas a ser el de siempre




Volví a ir al veterinario, y ha vuelto a mandarle inyecciones. Tres que le han puesto allí, dos para la noche y otras dos para mañana por la mañana. Además de tener que ponerle suero cada dos horas porque no come. Y a parte le tengo que intentar dar potitos para que tenga algo en el estómago y no empeore la cosa.

Ha sido un momento realmente malo en el veterinario ya que se ha puesto muy nervioso e incluso ha chillado, jamás le había visto ponerse así y por ello ahora me da más miedo pincharle. Prácticamente tengo aun en mi cabeza esas imágenes en las que el pobre chillaba y yo le sujetaba, hace que me sienta culpable por hacerle sufrir pero sé que es por su bien.

Además en casa me dicen que me haga a la idea de que el conejo puede no salir de esta, y si le pasa algo que no volveré a tener otro porque tenemos mala suerte con estos animalitos.

Tengo la esperanza de que no le pase nada, pero a la vez me están desanimando con todo esto, supongo que lo harán para que no me lleve un palo grande si le pasa algo pero quisiera que me animaran un poco para poder soportarlo ya que está siendo muy duro para mi.

Y mientras escribo esto, con mis ojos llenos de lágrimas, oigo el sonido de su pelota de cascabel, ese sonido que hace cuando juega con ella.

Cómo no voy a luchar por él si tiene tantas ganas de vivir.

Sé que le está costando mucho esto porque realmente la cura es muy dura, pero es todo por su bien y aunque esta noche no pueda dormir por tener que levantarme cada 2 horas a ponerle suero lo haré encantada porque sé que se lo merece y lo agradecerá. E incluso puede que me quede al lado de su jaula acariciándole para que esté tranquilo porque ahora más que nunca necesita saber que no está solo.

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