miércoles, 30 de mayo de 2007

Si tu estás mal mi mundo se para




Eso es lo que me ha pasado hoy.

Iba a ser un día como otro cualquiera, pero cuando he ido a darle el desayuno a Leben estaba quieto en una esquinita, además no quería comer ni jugar y eso que él por la mañana es muy inquieto. Le he estado observando a ver si era algo pasajero pero como nada cambiaba, y además le sonaba mucho el estómago, he decidido no ir a clase para poder llevarle al veterinario. Era más importante en ese momento él que ese examen que podré hacer otro día.

Le han echo unas placas y me han dicho que tiene unos gases en el estómago que hacen que le duela la tripa y por eso no coma ni se mueva. Lo bueno es que se le ha detectado pronto porque puede llegar a hinchar mucho el estómago y hacer que no tenga solución.

Le han puesto una vía para poder pincharle sin que le moleste tanto. El veterinario le ha puesto tres inyecciones y me ha dado otras dos para ponérselas yo por la noche.

El pobre mio al llegar a casa estaba entre asustado y atontado por lo que le habían puesto. Le he quitado el piso de arriba de la jaula y el pienso pues solo tiene que comer heno, y no quiero que se haga daño al intentar subir.

He ido después de comer a clase, pues tenía prácticas obligatorias y luego a dar clase a mi alumno.

No he podido dejar de pensar en como estaría al volver.

Nada más llegar me he acercado a la jaula y estaba igual de quieto pero un momento después se ha puesto a comer heno, un gran paso.

Ya le he puesto sus inyecciones y aunque mi madre me ha dicho que le deje en la jaula me le he traído y está acurrucado entre mis brazos. Porque sé que esto le tranquilizará y ayuda tener a alguien que te quiere cuando estás malo.

Mañana le llevaré de nuevo a ver si ya ha pasado todo o hay que poner más tratamiento.

La foto es de hace tiempo, pues ahora solo quiere acurrucarse y descansar, esperemos que mañana vuelva a ser el mismo Leben juguetón y rabioso.

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