lunes, 14 de mayo de 2012

Pensabas que había tiempo



Hoy pensaba en ir a comprar y tal, pero como ha venido el técnico del lavavajillas no he podido hacer nada, solo quedarme en casa. Así que he tenido que aplazar para mañana lo de ir a comprar, o eso creía.

Porque ha llamado mi madre y para mañana lo único que puedo hacer es buscar el vestido para la boda de mi hermano, que no importa que sea fiesta en Madrid y Móstoles, los sitios donde se podría ir a mirar, para nada, hay que comprar el vestido sí o sí, aunque no me guste, aunque no haya tiendas abiertas, aunque nada.

Así que no puedo ir a devolver los libros a la biblioteca, ir a recoger el título al instituto, ir al ikea a comprar una silla para mi habitación, comprar comida o ir al médico. Nada de eso es importante, solo le importa el vestido.

Creo que jamás he odiado tanto una boda, o puede que sí pero no me acuerdo ya, pero es que esto es ya imposible, no puedo hablar con mi madre de otra cosa que no sea el vestido, y de esto ya hace por lo menos tres meses, no hay otro tema de conversación que sacar ni nada, y todo para decirme que está ya a la vuelta de la esquina y no me lo van a poder arreglar ni nada. Seguramente al final coja cualquier cosa con tal de no oírla, y seguramente eso ni me quede bien, ni me guste, ni me sienta cómoda con ello, pero como lo importante es tener el vestido pues ea, vestido habrá.

¿De verdad hace falta tener un vestido con tanta antelación? ¿Por qué es algo tan importante si al final nadie se va a fijar ni acordar de cómo vas? Creo que después de tres años esta boda se me empieza a atragantar demasiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario