Un año después de entregar mi proyecto de fin de carrera tengo la graduación de mi promoción, porque en mi universidad somos así y un año después es cuando lo celebramos.
Ya había ido a otras graduaciones y mientras daban discursos yo pensaba que mi paso por la universidad no era tan importante como lo ponían y que mi graduación será solo para darme cuenta de ello, pero ha sido todo lo contrario. Durante este tiempo he encontrado un trabajo donde me encuentro bien, está claro que no era lo que pensaba que iba a encontrar al acabar la carrera, pero oye, tampoco es algo que no me guste.
Ha pasado un año, y en ese año han pasado bastantes cosas, soy un persona totalmente diferente a la que era en aquel entonces, he ganado en confianza en mi misma, he visto lo que puedo hacer pero sé que puedo sacar mucho más de mi misma. He descubierto también cosas que no quiero en mi vida y que no estoy dispuesta a aguantar de nuevo solo por pensar que las cosas "deben" ser así.
Y también en este acto simbólico me he dado cuenta de las personas que están ahí y se alegran por tus logros aunque muchas veces no te des cuenta de ello, gente que se siente orgullosa cuando consigues ese logro que tanto te ha costado, esa gente que te apoya incondicionalmente a pesar de todo lo que pase. Puede parecer muy ñoño y tal, pero ver en reflejado en sus miradas esa sensación de orgullo y alegría hace que te des cuenta que durante todos estos años ellos han sufrido cuando yo sufría y se han alegrado cuando me alegraba.
Sé que este acto ha sido mucho más importante para ellos que para mi, y si hubiera podido les habría dado las gracias por estar ahí siempre. Gracias por formar parte de mi vida, simplemente gracias por ser una parte importante de mi vida.
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