viernes, 18 de enero de 2013

Libro y monólogo



Ya es viernes, wiii, pero espera... que tengo que quedarme hasta las seis, eso ya no es guay. Y es en estos viernes, que me ofrezco para cubrir el servicio no me importa hasta el día que llega ese viernes.

Luego resulta ser un viernes medio tranquilo, hasta las tres de la tarde, que empiezan los hijos de... a pasar incidencias así como así. Y es lo divertido, que puedes pasarte un viernes sin hacer nada, mirando las telarañas nada más, o puede que sea uno de jugar a un partido de tenis porque a todos los demás grupos les da por hacer eso de quitarse las incidencias de encima. Nada que no podamos pelotear nosotros también jejeje.

Y en medio de la tarde me llamó Estef para contarme algo gracioso, bueno, gracioso para mi y para ella, es una de esas cosas que te hacen ver que el karma realmente existe, eso o que la gente idiota al final termina teniendo lo que se merece.

Un poco más de peloteo en el curro y por fin llegan las seis de la tarde, así que a casa. Acerqué a Jose a Chamartín y luego a mi casita. Cuando llego el portero me dice que hay un paquete para mi, que llegó ayer pero no me vio para dármelo, ¡qué emoción!

El paquete resulta ser ¡mi segundo libro! Ha pasado un montón de tiempo desde el 2007, pero bueno, a mi me hace ilusión publicarlo, porque es algo que me ha llevado mucho tiempo hacer, además que como son más de 400 hojas pues ya impone un poco más. Me siento hasta profesional y todo. Lo publiqué un poco así de forma rápida, y me he dado cuenta de que tiene pequeños fallos que hay que corregir, así que estoy trabajando ya en la versión 2.0 y a la vez en el del 2008, porque aun puedo sacar otro más. De más años no puedo sacar otro libro porque ya fue cuando lo dejé de lado, y es ahora cuando me arrepiento de ello. También es la razón por la que he decidido retomarlo de nuevo, espero que pueda haber muchos más.

Después de pegar saltos de alegría en casa con el libro y esas cosas, envolví los regalos para Javi, que uno de ellos era este libro, y fui a Plaza de España, que habíamos quedado allí la tropa.

Nos fuimos a tomar algo a los 100 montaditos, luego cenamos en el rey del tallarín y como punto final a la noche nos fuimos a ver un monólogo, realmente habíamos quedado para el monólogo, lo otro fue un poco improvisación del momento.

Y luego a casita, jugando con eso de ver hasta donde llegaba el metro, al final conseguimos llegar a mi parada sin problemas, aunque yo esperaba que nos echaran a mitad de camino por eso de que ya no prestaba servicio, pero está bien.

Ha sido un día lleno de cosas y de emociones, al menos para mi. Y con una experiencia nueva de asistir a un monólogo, creo que es algo que voy a repetir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario