domingo, 17 de marzo de 2013

Tanto para nada


Después de las peleas que tuve ayer, del tiempo que me costó todo el cambio, resulta que esta mañana mi padre ha visto el ordena y dice que le he quitado algo que él usa mucho, USB por el frontal y el conector para la cámara de vídeo.

Así que me he tenido que subir el armatoste del coche y hacer de nuevo el cambio de discos. Ya una vez que sabes cómo va el asunto es fácil hacer el cambio. Lo único es que con esto le he quitado a mi padre un par de discos, para dejarle cuatro en lugar de los seis que tenía, y como le he reducido espacio ahora le sale una unidad en rojo, pues protesta porque eso no estaba en rojo antes y no le va a funcionar nada. En fin, los padres son así de majos.

Luego ya en casa me he puesto a colocar mis discos en su sitio, y me he tenido que resignar con tener el mismo ordenador de siempre. Aunque como ya me ha quedado el gusanillo tengo que mirar para hacerme uno nuevo, con el mínimo cambio de piezas con lo que tengo ahora. Si veo que no me aclaro hablaré con los expertos, que para algo están los amigos informáticos.

Menos mal que estas cosas las hago cada cuatro o cinco años, porque termino hasta las narices de componer y descomponer el ordenador. Y eso que la mitad de la gente no se fía de mi cuando me pongo a trastear, porque como no he tenido ningún curso sobre ello pues parece que no tengo formación, pero no hay mayor formación que la propia experiencia jejeje. Ojalá no supiera tanto de estas cosas, qué bonita es a veces la ignorancia.

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