El día ha empezado un tanto desastroso.
Tenía que hacerme unos análisis de sangre, así que me he despertado y he ido para allá, he visto que había tropecientas personas, pero bueno, a esperar.
Cuando me han ido a sacar sangre me han preguntado si me mareaba, les he dicho que la última vez sí que me pasó y me han tumbado en la camilla. Así de forma gratuita.
Luego he cogido el coche y a trabajar, pero antes a pasar por la gasolinera, que no le quedaba mucho. Y luego me he comido un lindo atasco, algo típico de Madrid por las mañanas. Y después cuando he llegado no he encontrado sitio para aparcar, he dado tropecientas vueltas para al final aparcar en donde el metro.
Así que con la tontería me he presentado en el curro a las 10:30, y nada más llegar me he tenido que poner a hacer el backup, luego a hacer incidencias que tenía pendientes y luego a revisar flujos, cómo mola eso de que no te dejen respirar. Pero bueno, a las tres a casita, que eso mola.
Luego por la tarde hemos quedado en el italiano. Hacía mucho que no nos juntábamos en el italiano, nada más llegar el hombre se ha alegrado un montón de vernos allí y nos ha puesto una pizza entera, se nota que cuando eres un cliente habitual te tratan mejor jejeje.
Ha sido una tarde de risas, bromas, olvidar los problemas que hay en el trabajo... si no fuera por terminar así la semana creo que terminaría volviéndome loca con todo esto.
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