sábado, 2 de marzo de 2013

Improvisando


Hoy ha sido un día de hacer las cosas sobre la marcha.

Por la mañana me he venido a Fuenla porque ayer el coche hizo un sonido raro y estaba un poco preocupada, así que lo traje para que mi padre lo mirara. Fuimos a buscar a mi madre y no sonaba, mi padre me miraba como si estuviera loca. Después de un rato empezó a sonar y al parecer es cosa del motor de las luces, nada serio.

Después de comer me quedé viendo una peli de animación de una casa que se comía a los niños, y luego colegas en el bosque.

A las siete me fui a Humanes para ver a la gente. Estaban haciendo una caja para películas muy rara .
A eso de las ocho decimos de ir al dominos para cenar y en ese momento me habló Vane, le dije que se viniera, así sin planear, y la pobre aceptó en el momento.

Entonces empezó el momento odisea, primero se fueron Luisma y Aida al dominos a ver si había sitio, luego yo cogí el coche para ir a la estación de metro a por Vane, Javi se fue a llevar su coche al dominos porque no pensábamos volver a Humanes, y en la asocia se quedaron recogiendo Isra, Rubén y Konty.

De camino me llama Luisma diciendo que no hay sitio y que nos vamos al de Alcorcón, cuando aparco en el metro aviso a Javi para decirle que se van al otro, también llamo a Isra diciendo que se vayan a Alcorcón porque no hay sitio aquí. Y Vane aun no ha llegado.

Javi se viene a la estación, y nada más llegar me llama Isra diciendo que han aparcado en la estación de tren y que no saben llegar, yo les digo que llamen a Luisma porque está por allí, que sigo esperando a Vane.

Al final Vane viene y conseguimos llegar al sitio en cuestión. Cuando llegamos resulta que tenemos que estar divididos en dos mesas, porque es el único sitio que teníamos. Nos ponemos un poco cerdos con las pizzas, de hecho hasta nos miran mal en el sitio porque las dos últimas casi las pedidos fuera de hora, estaban recogiendo mientras que nosotros comíamos.

Decidimos que para rebajar la pizza lo mejor era ir a la tetería, así que cada uno a su vehículo y camino al ferial a la tetería. Al llegar allí estaban Rubén, Isra y Konty en el sitio bueno, de los cojines en el suelo jeje. Nos pedimos un té y nos pusimos a hablar y hablar, tanto que prácticamente cerramos la tetería, porque nos quedamos solos allí y nos empezaron a echar quitando la música. Así que hubo que volver a casa.

Con la tontería he llegado al final a las cuatro de la mañana, y en cambio no me siento cansada por ello, al contrario, me siento muy contenta, porque por fin he podido quedar con Vane y no parece que haya pasado tanto tiempo. Ojalá haya más días así.

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