Me tuve que levantar temprano porque iban a venir los obreros y nos cortarían el agua.
Así que a las ocho y poco, medio zombie tuve que lavarme, vestirme, desayunar y ayudar a mi madre a sacar las cosas de la cocina. Luego me vine al salón a estudiar mientras veía cosas de las olimpiadas.
A medio día estuvimos con el partido de baloncesto de España, creo que no he sufrido tanto con un partido, pero mereció la pena.
Después de comer mi madre llamó a ver que pasaba con los obreros y resulta que uno estaba de baja y habían llamado a otros que venían mañana, tanto madrugar para eso.
Así que cogí a mi madre por banda y nos fuimos al carrefour a ver si encontraba algún pantalón para el invierno, que no tengo.
Por primera vez todos los pantalones que me he probado me han valido. He terminado comprándome uno en el "Pegar al oso" y otro en bershka, de este último es del que estoy más contenta, porque por primera vez en mi vida en esa tienda me he comprado una talla 40. ¡Una 40! Es la talla más pequeña que me he comprado en mi vida. Al final un año de dieta ha servido bastante. Por cosas como estas merece la pena todo el esfuerzo.
El pantalón de la foto es el del oso, y me queda que ni pintado. A ver si ahora con la tontería me voy a aficionar a eso de ir de compras.
Esperemos que no.
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