lunes, 2 de junio de 2008

Poniéndome la zancadilla



En ocasiones soy una quejica, lo sé.

A veces digo estar sola, cuando hay tanta gente cerca.

Siempre intento refugiarme, en mi propia soledad nadie me hace daño.


Pero noto que el curso acaba, llega la época de exámenes y todos vivimos con estrés, y con la ilusión y esperanza de quedar fuera de clase. En ocasiones me he sentido desplazada, en otros momentos me he encontrado demasiado dentro. Por una parte me gustaría mandar todo a la mierda y dejarme llevar por el momento, pero me noto tanto sufrimiento por dentro que me echa para atrás a la hora de abrirme a gente nueva.

Sé que con una llamada podría contar con mucha gente, sé que a veces incluso están esperando que dé ese paso. Pero me siento tan apartada y tan diferente que me siento que no sabría que decir.

Está claro que la gente se cansará de decirme de hacer cosas mientras que yo digo que no puedo porque tengo otras cosas que hacer, quizá tener una vida tan ocupada y tan poco ociosa me esté quitando esas posibilidades de relacionarme con gente nueva.

Quizá sea una de las tantas razones por las que este año deseo que los exámenes pasen lo antes posible.

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