¡¡¡Chochos!!!

Ha sido un día completo en Madrid.

Creo que hemos subido como cuatro veces el rastro. Primero hemos llegado Javi y yo y como no había nadie más hemos dado una vuelta, a mitad de camino ha llamado David y hemos tenido que volver a por él. Hemos bajado de nuevo. Luego ha llamado María, así que hemos subido, al llegar arriba resulta que nos ha dicho que estaba en la otra parada, así que de nuevo hemos tenido que bajar.

Menos mal que al final nos hemos encontrado.

Después, a comprar la comida, que nos hemos metido en un sitio del tipo "hágalo usted mismo". Nada más entrar te dan el trozo de pan, con el que tienes que ir al chaval que corta el embutido. Le dices que quieres, te lo corta y tú te colocas el bocadillo como quieres.

Luego nos han llevado a una tienda de aceitunas donde después de mucho tiempo he visto los chochos, vale, vale, se llaman altramuces, pero los de pueblo les llamamos así jejeje. He cogido un vaso porque no podía irme sin ellos.

Y con todo esto nos hemos ido con María al retiro a pasar un ratejo, y para enseñarle a ella y a David el ángel caído. Le hemos echado un vistacillo rápido y luego nos hemos tirado en el céped a pasar la tarde.

Cuando ya nos hemos cansado de tomar el sol, y cuando nos han dicho que los demás pasaban de venir hemos decidido volver a casa.

Con esto termina la aventura en Madrid, y mi primera vez por el rastro de Madrid, con un montón de cosas por comprar. Creo que me voy a dejar los ahorros jejeje.