Pues hoy era el día del orgullo gay, y como siempre no he ido a celebrarlo. En su lugar fui a comer a Humanes y a la vuelta descubrí que se había pinchado una rueda. Así que después de unas llamadas a mi padre pude cambiarla (las llamadas fueron porque me tenían escondido el gato y la tuerca del tornillo maestro).
Luego tuve que venir a cambiarme rápido porque habíamos quedado después.
Fuimos a Alcorcón, cenamos primero en el manicomio, luego tomamos tinto de verano en un parque y acabamos en la botellita. Después vuelta para casa.
La verdad es que todo escrito parece poco pero no lo fue.
También descubrí algo de Vane que me ha decepcionado, pero parece ser que viene siendo común en todas las amigas, intentas ayudarlas para que empiecen a vivir su vida y cuando menos te lo esperas se arrastran y dejan de lado su amor propio. En fin, que dejaré de preocuparme por lo demás tanto porque al final la que más sufre con todo esto termino siendo yo.
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