lunes, 4 de enero de 2010

Uno de los placeres de la vida



Es agotador estar ocho horas vendiendo cosas que no tienes que vender, pero gracias a ello estoy descubriendo uno de los placeres de la vida: conducir descalza xD

Siempre había pensado que no lo haría porque me da cosa y tal, pero cuando estás hasta las narices de los zapatos y te duelen los pies a más no poder, es un placer indescriptible.

Además el día de hoy ha sido más agotador que ninguno porque cuando he llegado a casa a medio día mi madre se ha empeñado en que teníamos que ir a comer fuera, porque como se han ido ellos a comprar los reyes la tradición es esa (que ya podría haber sido la semana pasada cuando no trabajaba).

Al menos ha servido para que pudiera disfrutar de un plato de macarrones que llevo tanto tiempo sin comer, cosas así se saborean mucho más xDDD

Intento mirar como positivo que mañana es mi último día de curro, pero eso también es algo negativo, ya que me perderé la cabalgata y los caramelos que luego se quedan durante años guardados para hacer bonito jejeje.


Bueno, habrá que irse a dormir, que esto de trabajar así me mata un poco.

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