Te echo de menos. Hace solo unas horas que te has ido pero ya noto tu vacío en mi. No me creo aun lo que ha pasado ni me explico como ha podido pasar. Solo sé que te quiero, y te quiero más ahora que te has ido así. Me has enseñado a querer incondicionalmente, me has sorprendido muchas veces y sé que te faltaban otras tantas por enseñarme, pero el mundo es así. No pensé que pudieras dejarme tan pronto y tan rápido.
Pienso que solo es un mal sueño del que despertaré y volveré a verte en tu jaula, pero a la vez sé que es algo real que tendré que asumir.
Espero que hayas tenido la mejor vida posible, es el mayor consuelo que puedo tener. Y que allá donde tu alma, energía o lo que sea vaya te depare un futuro mejor.
Supongo que es la condena de tu nombre, quería que fueras libre y ahora por fin, te has liberado totalmente de las ataduras carnales.
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