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Sé que no sabes lo que ha pasado, y menos aún entiendes porque estoy así a veces, en cambio parece que me das el cariño que necesito cuando estás mal.

Ayer después de recordar a Frei y sentirme tan mal porque no está aquí me acerqué a tu jaula, pensando que no iba a recibir ese cariño que me faltaba, pero tú en ese momento me diste más de lo que yo pensaba recibir.
Quiero ser capaz de quererte tal cual eres, quiero darte todo el amor que tengo dentro, pero entiende que estoy dolida e intento no darte todo mi corazón por temor a que pase lo mismo. Siento esos momentos en los que me noto odiarte, odiarte por ser tú y no ser Frei, no es un odio real hacia ti sino un odio a querer tener al que me dio la alegría durante año y medio, de quien me hizo ver que podía cuidar y querer a un conejo.

Estás disfrutando de la vida que te doy, se te ve en cada cosa que haces y en el cariño que me das a tu manera, sé que te ves a veces sobrepasado por tantas cosas pues te trato como si llevaras aquí toda la vida ya que me cuesta volver a empezar de nuevo. Supongo que ese trato te hace que me des ese cariño que necesito en tan poco tiempo juntos.

Tenemos mucho que descubrir juntos, yo tengo miles de cosas que darte aun, y tu tienes que enseñarme cual es tu carácter y como demuestras tu cariño. Quiero quererte, quiero mirarte y no sentir que si tu no estuvieras aquí sería porque Frei sigue conmigo.

Pero hay que seguir, la vida sigue para todos, y tenemos que andar aunque nuestras piernas nos digan que no pueden levantarse del suelo. Seguiré, seguiré, seguiré...