Y después del nefasto día de ayer, hoy parece que todo vuelve a su sitio. Al menos he tenido esa pequeña sensación de volver a recuperar las riendas de las cosas, y a parte de las riendas normales me meto en más marrones.
En el trabajo la cosa ha ido bastante bien, muy positivo todo, así que eso ha hecho que saliera con energía.
Al llegar a casa me he puesto a leer los dos libros que tengo de este sitio, viendo lo que me pasaba por la cabeza en aquel entonces, y las poesías que escribía en esa época. Eso me ha hecho pensar que no se me daba tan mal, que los poemas que he escrito no eran malos, el problema que tenían es que eran duros, quizá demasiado duros para asimilar, y quizá por eso la gente no me decía nada al respecto.
Hoy he decidido intentar hacer un poemario, recopilación de esos poemas, y añadir los nuevos que me surjan ahora, ¿volveré a recuperar ese toque que tenía? No lo puedo asegurar, pero lo voy a intentar, eso siempre lo puedo hacer. Y según lo intente iré consiguiendo más y más cosas.
También me he vuelto a crear las ganas de escribir aquí. De ir poniendo esos pequeños granitos de arena que son mi día a día. Quizá no haya nada interesante que contar algún día, quizá ponga cosas muy aburridas, o habrá incluso días que no me apetezca escribir nada. Pero la yo de dentro de unos años me agradecerá que haga este esfuerzo, porque es increíble ver cómo se van borrando de rápido los días. Siempre he tenido miedo al olvido, y leer esto hace que se refuerce más aun esa sensación de que todo es efímero.
Hoy me propongo no olvidar, hoy me propongo volver a hacer algo que me gustaba mucho y a lo que terminé renunciando, aunque sigo sin saber realmente por qué. Hoy puede ser el inicio de muchos proyectos que llevo bastante tiempo apartando de mi vida, simplemente por miedo a fallar.
Hoy puede ser el primer día de cometer un error, pero también es el primer día de no arrepentirse.
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