Llevo todo el día con los ejercicios de dietas, y no veo cuando llegará el final.
A veces las cosas se desajustan, pero no tengo ni idea de por qué no funciona la cosas. En otras simplemente sale bien a la primera.
Empiezo a pensar solo en calorías, hidratos de carbono, proteínas, lípidos, raciones, ajuste equilibrado, excesos de cualquier cosa, llegar a las necesidades de calcio, hierro, vitaminas...
Y lo peor de todo esto es que después tengo que estudiar. No sé a que hora me acostaré hoy, ni si dormiré, pero tengo la sensación de que voy a suspender esta asignatura porque a la profesora no le va a gustar como he hecho los ejercicios. Le tengo miedo, lo admito, pero porque no puntúa el conocimiento sino hacer las cosas como ella quiere.
Esta noche será realmente larga.