Y yo me imaginé que no iba a ser nada del otro mundo este viernes.
Clase por la mañana como siempre, y por la tarde no fui a clase para ir antes al gimnasio.
Cuando volví de allí llamé a ver donde estaba la gente y me dijeron que fuera al aeropuerto, ¡la otra punta de Madrid!
Pues nada, consola en mano con batería suficiente y experimentación sobre la ruta más corta. Al final sin haberlo planeado llegamos todos juntos allí.
Después al hotel para que dejara las maletas y luego a buscar un bar.
Andamos bastante y al final nos metimos en una mierda sitio donde la cerveza estaba carísima, lo anotaré en sitios a los que no volver.
Tuvimos que darnos prisa para volver porque eran las doce y algo cuando fuimos hacia el metro.
La línea 10 se hace más larga cuando tienes prisa de llegar a metrosur.
Una carrerita y llegamos a tiempo al tren que de seguro llegará hasta casa, ahora solo falta esperar unos 40 min de camino.
Y a las 2 en casa, con la sensación de no haber hecho nada en las últimas dos horas, esto de salir por Madrid en la tarde-noche no sale nada rentable.
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