Descubrí un trabajo genial, en parte.
Llegué al sitio donde tenía que promocionar y me enteré que en lugar de degustar perritos eran pizzas. Así que mejor porque eso lo tengo controlado xDD
Empecé a calentar las degustaciones (que comieron más los empleados que los clientes) y entre una cosa y la otra al llegar a las 2 de la tarde nada más que me quedaba una para degustar y otra para vender.
Así que cuando volví a las 5 hice tranquilamente mi trabajo, y unos 50 minutos después me quedé sin nada que hacer.
Empecé a ir a visitar a las demás promotoras, di un poco el coñazo con que no tenía nada que hacer, salí a hacer mi descanso... y a las siete y media me vine a casa porque estaba cansada de hacer el idiota.
Al menos llegué relativamente pronto a casa para descansar un poco. Miré la nota del examen que hice ayer (y estaba segura de haberlo suspendido con nota muy baja) y me llevé la gran alegría de tener un 6. No es que sea una buena nota, pero es muchísimo más que un suspenso.
Luego llegó mi hermano y jugamos al poker hasta casi las dos. Fue algo realmente bueno porque cuando estás jugando no existe otra cosa, y ahora necesito despejarme de vez en cuando.
Mañana volveré al curro y espero que haya llegado el pedido de pizzas que han hecho, porque sino no sé que haré.
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